¿El flechazo de Cupido o el trabucazo de Mella?

Sé que he sido muy mal blogger, tengo mi paginita un poco abadonada pero ya he reunido un poco de tiempo libre para expresar mi encojonamiento ante algo que tenía muy pendiente analizar cuando se fuera acercando febrero. Si nos fijamos en los periódicos, o vitrinas de tiendas ya podemos ver como todo está decorado y señalizado con el tema del momento: San Valentín.

Que cojones!, después de tanto luchar, tantas reuniones de La Trinitaria, tanto pensamiento, tanta sangre y al final el mes que debería corresponder a nuestra independencia y que ya había sido desviado a bebedera con la celebración del carnaval, pero al menos es algo verdaderamente nuestro aunque muchos nisiquiera se molesten en interpretar que se trata de celebrar que somos un país libre e independiente, o bueno, al menos en teoría.

Resulta que el ex-mes de la patria sigue cada año su triste tendencia de ser "el mes del amor y la amistad" y de arroparnos con sus especiales y promociones que obligan a que las personas tengan que ir a una tienda a comprar algo para demostrar que te quiere. Parece que es mucho más importante comprar tarjetitas, peluches, chocolates, o será que los otros meses del año no son buenos para eso, que rabia me da.

Yo tengo la dicha de tener muchas personas a las que considero amigos verdaderos, los cuales estoy seguro que no dudan de mi amistad sin tener que ser partícipe de este culto consumista en el que han vuelto el mes de la patria, prefiero elegir cualquier día para demostrarlo de manera sincera. Que me perdonen los cariñosos, pero yo en febrero prefiero ser Dominicano.